Un día en Klin d'oeil con Émilie y su pequeño Gaston
Émilie, cofundadora con su hermana Virginie del emblemático Klin d'oeil, un espacio donde el arte se encuentra con la vida cotidiana, comparte con nosotros un trozo de vida, entretejido de creatividad, amor maternal y momentos compartidos con Gaston, su adorable pequeño.
Émilie, ¿podrías hablarnos un poco de ti?
¡Por supuesto! Soy la feliz madre de dos rayos de sol, Raoul, de 9 años, y Gaston, de 6 meses. Mi mundo gira en torno a la dirección artística y el comisariado. Mi hermana Virginie y yo creamos Klin d'œil hace diez años. ¿Nuestra misión? Poner en escena las creaciones que nos emocionan, tanto en nuestra tienda como a través de nuestros eventos. Lo que nos mueve es nuestra capacidad de compartir lo bello, mostrando objetos hechos a mano. Hace tres años abrimos también nuestra cantina, el café Klin, un lugar acogedor donde se sirve cocina vegetariana y apta para veganos.
Al abrirnos hoy las puertas de Klin d'œil, estás compartiendo un lugar que le es muy querido. ¿Qué historia cuenta este lugar sobre usted y la importancia de la familia en su vida?
Klin d'œil es mucho más que una pequeña tienda, es un hogar luminoso y colorido en el que confluyen creaciones únicas y talleres llenos de vida. Es donde nuestra pasión por la artesanía cobra vida, gracias a nuestros talleres creativos dirigidos por artistas apasionados. Pero Klin d'œil es sobre todo una historia del corazón, la historia de mi complicidad con Virginie, de Raoul, que creció con la tienda, y de nuestros padres, siempre ahí para apoyarnos. Es la historia de nuestro propio "klin": amigos, equipo, aprendices y voluntarios, que colorean nuestro día a día con su presencia y su apoyo.
Gaston es tu compañero diario en esta aventura. ¿Cómo pasáis los días juntos?
Con sólo 6 meses, Gaston ya es un miembro de pleno derecho de nuestro equipo. Curioso y sonriente, alegra el día a día en la tienda y comparte nuestras reuniones y comidas en el Café Klin. Mi independencia me permite adaptar el ritmo de nuestra vida para hacer malabarismos entre los apasionantes proyectos de Klin d'œil y los momentos especiales con Gaston, saboreando cada instante de estos primeros meses juntos.
A través del entorno de Klin d'œil y Café Klin, ¿qué mundo le gustaría que descubriera Gaston?
Mi sueño es transmitirle la curiosidad, el amor por el color y la creatividad en todas sus formas. Quiero ofrecerle un entorno en el que la transmisión del saber hacer esté en el centro de cada descubrimiento.
¿Qué significa para ti la hora de la merienda en el Café Klin? ¿Qué caprichos disfruta Gaston desde su trona trona?
La hora de la merienda en el Café Klin es nuestra dosis diaria de dulzura, donde los placeres de la vista se encuentran con los del paladar. Mientras yo saboreo mi leche dorada con mi tarta de chocolate favorita, Gaston, desde su trona, explora los sabores de la fruta de temporada a través de compotas caseras, como la de manzana y pera, preparadas con cariño.